Simplectítica, Reticular

La textura mirmequítica se caracteriza por el íntimo intercrecimiento de dos fases minerales formando pequeños corpúsculos elongados de bordes suavemente curvados (a modo de gusanos, de ahí el nombre); esta textura fue originalmente definida para silicatos (cuarzo y feldespatos) en rocas ígneas, por lo que es preferible designarla, en el caso de menas, como simplectítica (Figs. 42.21.a-c); el nombre de eutéctica que a veces se le aplica no se considera aquí por su connotación genética. Como variantes, podrían citarse las texturas gráfica, micrográfica o subgráfica, que Schwartz (1951) agrupa con la mirmequítica y que se caracterizan por intercrecimientos de contornos angulosos, en forma de cuña (como los caracteres de la escritura cuneiforme, nombre que también se aplica a la textura gráfica, Fig 42.21.d); sin embargo, desde el punto de vista formal, estas texturas se podrían tratar, teniendo en cuenta sus típicos contactos rectilíneos, en el grupo de los contactos simples. Otras variantes importantes se producen cuando la geometría del intercrecimiento está condicionada por el retículo cristalino de una de las fases, lo que ocurre frecuentemente en magnetita, como se ve en Fig. 42.21.f, pero también en muchas otras menas (esfalerita, calcopirita, etc.), así como en sus productos de oxidación supergénica (texturas boxwork, en casillero, en panal…, de limonita: Fig. 42.21.g). Se habla entonces, en general, de texturas o intercrecimientos reticulares, un grupo muy amplio, que comprende tipos muy conocidos como el de Widmanstätten (laminillas de hematites formando un entramado incluido en magnetita, siguiendo las direcciones octaédricas //111 de ésta: Fig. 42.21.e) y otros muchos, vbgr. la textura en trama, en paño o cloth-like (Ramdohr, 1980), característica de ulvöespinela en magnetita y definida por un entramado de minúsculas laminillas orientadas //100 de magnetita, que recuerdan la trama de un tejido (cf. F ulv 5).