Las texturas botrioidales, como las framboidales, tienen una clasificación ambigua por su cristalinidad, que puede oscilar entre los tipos cripto y microcristalinos, pero claramente identificables por su morfología.
Las texturas botrioidales se presentan en sulfuros como la esfalerita (schalenblende: Fig 42.03.d) o pirita (melnicovita) u óxidos como limonita o psilomelana, entre otros, y se caracterizan por la yuxtaposición de finos corpúsculos esféricos (botrioides), como las uvas en un racimo. La estructura interna de estos corpúsculos puede variar de submicroscópica (aparentemente amorfa) a esferulítica (formas esféricas constituídas internamente por cristalillos aciculares que crecen a partir del centro como los radios de la esfera, cf Figs 42.15.a-c); en conjunto, la superficie externa de estos agregados suele mostrar un típico aspecto arriñonado, por lo que se les da también el nombre de reniformes. Cuando los corpúsculos carecen de estructura interna (esferoides), se habla en general de texturas esferoidales (cf. Figs 42.16.a-c).
