Deformación

Las texturas de deformación permiten, igual que en las rocas comunes, distinguir la intensidad y el tipo de la deformación y se clasifican con los mismos criterios. En régimen frágil no llega a desarrollarse esquistosidad ligada a la deformación y las texturas se caracterizan por la ausencia de orientación y por la presencia de clastos angulosos de origen tectónico (Fig. 43.11.a, b, c, d, e): es el ámbito de las brechas y cataclasitas. En régimen dúctil, por el contrario, existe una deformación de tipo plástico, desarrollándose texturas orientadas, caracterizadas por una esquistosidad ligada a la deformación (F 43.11.f, g, h, i): es el ámbito de las milonitas. La intensidad, estimada por la proporción de matriz triturada sobre el total de roca deformada, es creciente desde el tipo brecha (<10 %), pasando por protocataclasitas / protomilonitas (10% a 50%) y cataclasitas / milonitas (50% a 90%), hasta las ultracataclasitas / ultramilonitas (>90 %).

Existen, no obstante, algunas peculiaridades dignas de atención en las menas metálicas. En primer lugar, es más fácil y frecuente que en los silicatos la recristalización. Ésta es reconocible en diversas formas de blastesis (cf. Figs. 43.07.b, g, h, i, etc.) y puede obliterar deformaciones previas; son frecuentes también en algunas especies (molibdenita, estibina, grafito, etc.) las deformaciones internas, por diversos mecanismos que les permiten acomodar esfuerzos diferenciales, como maclas de presión, combamiento, traslación… Por otra parte, existen grandes diferencias en cuanto al comportamiento reológico de las distintas menas metálicas (por ejemplo galena es mucho más dúctil que pirita y puede mostrar un comportamiento plástico que contrasta con la rigidez de la pirita o esfalerita en granos adyacentes: Fig. 43.11.f, también F gn9); pero además dicho comportamiento puede variar notablemente al hacerlo la presión y la temperatura (la pirita pasa a tener un comportamiento dúctil en condiciones catazonales, como muestra la comparación de diversos ámbitos de sulfuros masivos en la Península Ibérica, cf. Castroviejo et al, 2011). Por ello la interpretación de las texturas de deformación requiere aunar la observación microscópica con los datos de campo y contrastarla con los resultados experimentales.


DEFORMACIÓN FRÁGIL

DEFORMACIÓN DÚCTIL