Aunque el proceso de relleno es, conceptualmente, muy fácil de comprender, las texturas resultantes pueden ser muy variadas y complejas, entre otras cosas por la enorme amplitud del rango de escalas posibles, desde filones de longitud kilometrica y potencia decamétrica, hasta microbrechas o microfisuras a escala micrométrica.
Son frecuentes las texturas bandeadas y secuenciales, con cristales a veces zonados, apareciendo también texturas coloidales póstumas o formadas en condiciones de acusado desequilibrio, las cuales propician una precipitación mineral tan rápida que no es posible la cristalización ordenada.
Se encuentran aquí buen número de texturas que ya han sido definidas por su morfología, únicamente con criterios geométricos (Tabla 2). Algunas de ellas reciben nombres particulares. Así, por ejemplo, la textura en escarapela -depósito de sucesivas capas sobre clastos del encajante- equivale formalmente a la textura en corona (Tabla 4, § 42.19), pero a escala mesoscópica (de muestra de mano o afloramiento). La textura de deposición bandeada simétrica a ambos lados del filón y, particularmente, la textura en hojaldre (layercake) tan frecuente en concentraciones epitermales de baja sulfuración, son, formalmente, texturas en sandwich (Tabla 2, § 42.23), asimismo a escala mesoscópica. Las texturas en cresta (Fig. 43.02.c) y en empalizada pueden considerarse como variantes de incrustación (Tabla 2 § 42.25), en una o más capas holocristalinas constituídas por cristales que crecen en paralelo (y perpendcularmente al hastial). En estos casos, la interpretación como relleno filoniano es evidente, siguiendo los habituales criterios petrográficos.
Se habla de texturas secuenciales (Figs. 3.03.a-.h) cuando las relaciones geométricas de los minerales que componen la mena permiten establecer su secuencia de cristalización; las texturas secuenciales son, frecuente pero no exclusivamente, de relleno hidrotermal y, de hecho, pueden ser tanto hipogénicas como exogénicas (vbgr. depósitos de precipitación química; también, procesos de precipitación supergénica: cf. Fig 43.02.j). Los criterios para establecer el orden de la secuencia son los habituales en geología, normalmente de tipo geométrico, como muestran las Figs. 43.02 y 43.03. En su momento (§ 3) se volverá sobre el análisis interpretativo.