Otras veces el reemplazamiento es tan avanzado que prácticamente afecta la totalidad del mineral primario, pero éste es reconocible todavía por algún rasgo preservado (generalmente geométrico o morfológico, como exfoliación, huellas de maclas o del zonado de crecimiento, contornos cristalinos…): se habla en este caso de texturas fantasma (ghost: Figs. 43.93.a-b-c-d). El resultado final es un seudomorfo cuando se conserva el contorno o forma externa del mineral primario, aunque está totalmente reemplazado por el mineral neoformado (cf. Fig. 41.08.a). Algunos autores se refieren en general a estas texturas (relictas, fantasma, seudomórficas) como texturas réplica, porque reproducen rasgos reconocibles del mineral primario, pero en aras de la precisión conviene usar los términos específicos.